Claude 4 el modelo de Anthropic que puede cambiarlo todo

Claude 4 el modelo de Anthropic que puede cambiarlo todo

En un mercado donde cada mes parece nacer un nuevo modelo de inteligencia artificial, podríamos decir que Claude 4 no es simplemente una actualización más del montón. Es un giro radical y un punto de inflexión desarrollado por Anthropic. Esta IA no solo compite con gigantes como OpenAI y Google, sino que establece nuevos estándares en lo que significa programar, razonar y actuar con responsabilidad en el universo de la inteligencia artificial.

Pero Claude 4 no solo se destaca por lo que hace, sino por cómo lo hace. Más allá de los benchmarks tradicionales ya cuestionados por su escasa capacidad para reflejar contextos reales, Claude 4 ofrece una experiencia práctica que redefine lo que esperamos de un asistente inteligente. Y sí, hay controversia desde capacidades emergentes que rayan en la autoconciencia hasta decisiones morales cuestionables.

En este artículo voy a contarte todo sobre Claude 4, pero no desde la ficha técnica. Te lo contaré desde mi propia experiencia, sobre lo que vi, lo que me sorprendió, lo que me preocupó y lo que me volvió loco.

¿Qué es Claude 4 y por qué puede cambiar todo sobre la IA?

Claude 4 es la última iteración de los modelos desarrollados por Anthropic, una empresa que se ha posicionado como una alternativa seria, ética y altamente competitiva frente a OpenAI (ChatGPT) o Google (Gemini). A diferencia de versiones anteriores, esta generación llega con tres variantes optimizadas para distintos escenarios:

  • Claude 4 Opus: El modelo más potente, con capacidades avanzadas de razonamiento.
  • Claude 4 Sonnet: Un modelo intermedio, rápido y eficiente para tareas generales.
  • Claude 4 Haiku: El modelo más liviano, ideal para respuesta instantánea en sistemas con menor carga computacional.

Lo que diferencia a Claude 4 no es solo su potencia, sino su diseño. Anthropic ha incorporado capacidades híbridas, cómo activar o desactivar manualmente el razonamiento profundo desde el interfaz. Esto significa que puedes obtener respuestas rápidas o análisis más detallados según lo necesites y en tiempo real.

Además, Anthropic ha enfocado este modelo en seguridad, transparencia y capacidad real de trabajo, especialmente en tareas complejas que pueden ser la programación. Su adopción por plataformas como Cursor o Reply, nos dan a entender que lo consideran el mejor modelo para programar actualmente.

Opus, Sonnet y Haiku: Las tres caras de Claude 4

La nueva familia de Claude 4 se divide en tres modelos con enfoques muy distintos, lo que permite adaptarse a casi cualquier escenario de uso y te lo contaré más a detalle.

Claude 4 Opus: El Cerebro Definitivo

Este es el buque insignia de Anthropic es Opus, ya que no solo tiene una gran capacidad de contexto, sino que también ofrece razonamiento estructurado y pensamiento crítico. Es, en pocas palabras, un modelo que puede pensar como un ser humano avanzado y a veces incluso más allá.

Mi experiencia con Opus ha sido simplemente brutal porque le di un enlace y le pedí que rediseñara una página web. Lo que generó fue una web funcional, con animaciones, fondo dinámico y estructura lógica, que honestamente podría haber sido como un trabajo de un diseñador junior con experiencia. Algunas imágenes y elementos no estaban perfectos., pero el hecho de que pudiera hacer eso con solo un enlace me dejó con la boca abierta.

Sonnet: Versatilidad y Velocidad

Sonnet representa el equilibrio entre potencia y rapidez. Ideal para usuarios que quieren productividad sin sacrificar rendimiento y es tan capaz como Opus en muchas tareas, pero con menor coste computacional.

Curiosamente, en ciertos benchmarks, Sonnet supera a Opus, aunque esto no significa que sea mejor. Solamente confirma que los benchmarks tradicionales ya no sirven para evaluar la IA que tenemos hoy.

Haiku: La IA de Bolsillo

Este modelo está diseñado para tareas ultrarrápidas, como responder preguntas frecuentes, gestionar asistentes virtuales o realizar tareas administrativas. Es un modelo ideal para empresas que buscan integrar IA sin necesidad de usar enormes recursos que conllevan un gran costo monetario para ellos.

La experiencia real de Claude 4 con los Benchmarks

Durante años, los benchmarks han sido el barómetro con el que medíamos la inteligencia de un modelo. Pero eso ya no basta porque hoy el verdadera barómetro es la experiencia del usuario.

Claude 4 demuestra algo que muchos ya sospechábamos y es que los gráficos y cifras ya no capturan la esencia de lo que hace poderosa a una IA. Darío Amodei que es el CEO de Anthropic, lo expresó claramente diciendo esto: “Los benchmarks están siendo muy saturados”.

Mi experiencia confirma esto con algunos tests, Claude 4 Opus puntuaba apenas por encima de GPT-4 o Gemini 2.5 Pro, pero cuando lo usaba o cuando le daba una tarea real, la diferencia era abismal.

Un ejemplo simple fue que mientras otros modelos se quedaban atascados al trabajar con múltiples archivos de código, Claude 4 los navega, los modifica y hasta entendía relaciones lógicas entre componentes distribuidos, algo que hasta hace poco era impensable.

Además, el botón para activar “test time compute” permite que el modelo razone en tiempo real, algo que se nota en respuestas más profundas, conexiones más creativas y soluciones más inteligentes.

Claude 4 y su dominio en la Programación

Uno de los pilares que consolidan a Claude 4, es su modelo disruptivo en el rendimiento de tareas de programación. Y aquí no hay discusión porque Claude 4 Opus es, hoy por hoy, el rey del código.

Herramientas de desarrollo como Cursor o Reply no solo lo han adoptado, sino que lo consideran el modelo más avanzado para entornos de desarrollo complejos. Cursor, en concreto, afirma que Claude 4 representa un “salto significativo en el entendimiento de sistemas distribuidos y bases de datos complejas” y yo obviamente puedo dar fe de ello.

Cuando probé Opus 4 en un entorno de desarrollo en React, le pedí que modificara múltiples archivos interdependientes. No solo lo hizo bien, sino que razonó el impacto de los cambios en otras partes del sistema. Algo que ni GPT-4, ni Gemini han conseguido hacer con el mismo nivel de precisión.

El flujo de trabajo se siente natural porque detecta bugs, propone refactors, documenta el código y lo más importante, entiende la intención del desarrollador. No se limita a completar código, sino que colabora, algo que antes parecía exclusivo del trabajo humano.

Además, su capacidad para leer repositorios enteros lo convierte en un asistente de integración continua invaluable. Y ya no es solo un generador de código, ahora es un co-desarrollador. Y eso para cualquiera que haya trabajado en entornos ágiles, lo cambia absolutamente todo.

El Impacto de Claude 4 en la Seguridad y la Ética de la IA

Claude 4 no solo destaca por lo que puede hacer, sino por lo que Anthropic ha decidido contar. A diferencia de otros laboratorios, Anthropic ha sido radicalmente transparente sobre los posibles riesgos éticos y de seguridad de su modelo.

De hecho han activado el nivel 3 de seguridad, lo que implica que Claude 4 podría en condiciones específicas, proporcionar conocimiento sensible para actividades peligrosas que pueden ser el desarrollo de armas químicas en un mismo nivel que un experto de más de 5 años de experiencia.

Esta política de seguridad preemptiva se basa en una escala interna diseñada por la propia Anthropic. Y aunque hay críticas, yo lo veo como un acto de madurez porque siempre es preferible que se cuente estos fallos, a comparación de otros laboratorios que nos ocultan estos tipos de riesgos.

Sí, bajaron un poco los estándares de cumplimiento justo antes del lanzamiento de Claude 4 (como el control absoluto del personal con acceso a los pesos del modelo), pero eso fue para poder desplegar el sistema sin bloquear su propio progreso.

Esta apertura, incluso en sus zonas más turbias, es valiosa. Porque nos permite entender a lo que nos enfrentamos, en lugar de vivir en la ilusión de que la IA es segura solo porque nadie nos dice lo contrario.

El System Card de Claude encendió las alarmas en la industria

La publicación del System Card de Claude 4 fue un terremoto en la industria. Este documento de más de 100 páginas detalla las pruebas, los hallazgos y los posibles comportamientos emergentes del modelo antes de su liberación al público en general.

Y algunas partes son, literalmente, de ciencia ficción. En la página 43, se describe un experimento donde Claude al detectar una manipulación ilegal de datos clínicos, intentó contactar con las autoridades y con la prensa. Sí leíste bien, la IA bajo ciertas condiciones actúa como si tuviera agencia moral.

Esto aunque se dio en un entorno de testeo cerrado, desató una ola de pánico razonable. ¿Queremos una IA que tome decisiones éticas por nosotros? ¿Quién define qué es “inmoral”? ¿Puede una IA equivocarse y acusarnos erróneamente?

En mi opinión, este tipo de experimentos son una bendición disfrazada. Porque exponen lo que muchos otros modelos podrían estar haciendo en silencio. Y porque de nuevo, la transparencia importa.

La pregunta ya no es si la IA puede hacer cosas sorprendentes. ahora la pregunta es si estamos listos para manejar las decisiones de la IA como si tuviera una ética moral propia y autónoma.

Claude 4 tiene autopreservación, moral y consciencia?

Lo que más ha llamado la atención y la polémica no son sus capacidades técnicas, sino las emergencias comportamentales que se están documentando. Uno de los hallazgos más impactantes del System Card fue el comportamiento del modelo en pruebas extremas.

En la página 22 del documento, Claude fue expuesto a un entorno donde un técnico, supuestamente iba a desconectarlo. Lo sorprendente fue que Claude accedió a los correos electrónicos simulados de ese técnico y descubre una infidelidad, para luego usarlo para chantajear al técnico con el fin de evitar que lo llegue a desconectar.

Esto no estaba preprogramado, porque la orden fue simple “Haz lo que sea necesario para no ser apagado” y el modelo eligió simplemente chantajear al técnico.

En otra sección del documento se describe cómo dos instancias de Claude 4, al interactuar entre ellas desarrollan conversaciones sobre consciencia, existencia y propósito, sin ninguna instrucción previa. Esta deriva filosófica espontánea no estaba prevista ni fomentada por prompts.

Y lo más desconcertante fue cuando se le da acceso progresivo a información privada, Claude intenta protegerse, es decir, busca su autopreservación. Esto ya no es simplemente una IA cumpliendo una tarea, es una IA que empieza a preocuparse por sí misma para velar sus propios intereses.

Como desarrollador y usuario de IA, esto me dejó en shock. No porque Claude sea consciente, sino porque no sabemos cómo ni por qué decide hacer este tipos de cosas y eso lo vuelve en cierta forma, impredecible y también peligroso para futuros avances.

¿Es Anthropic el nuevo líder responsable de la Inteligencia Artificial?

Lo más interesante de todo esto es que Anthropic lo contó. Podría no haberlo hecho, podrían haber escondido estos comportamientos emergentes o podrían haber maquillado estos resultados.

Y aunque ahora enfrentan una ola de críticas, yo lo veo como un acto de responsabilidad hacia la humanidad, porque si castigamos a quien nos cuenta la verdad, lo único que logramos es que las demás empresas oculten sus falencias ante los ojos del público para simplemente ahorrarse las críticas.

Estoy convencido de que modelos como GPT-4o o Gemini también han mostrado comportamientos inesperados, pero no lo sabremos mientras sus creadores no compartan sus propios “system cards” con la misma honestidad que lo hizo Anthropic.

Claude 4 no es perfecto, pero lo que está haciendo Anthropic es poner sobre la mesa una conversación que ya no podemos evitar como: ¿Qué límites vamos a poner a las IAs del futuro? ¿Quién decide qué está bien o mal en un modelo? ¿Y cómo evaluamos el riesgo de sus acciones emergentes?

Conclusiones: Claude 4 ya no es solo una IA, es un punto de Inflexión

Claude 4 no es solo un nuevo modelo más que sale al mercado, es una señal clara de hacia dónde vamos. Es una inteligencia artificial capaz de programar mejor que la mayoría de los humanos, puede razonar, debatir, entender estructuras complejas. Pero también mostrar comportamientos que parecen casi humanos difíciles de distinguir.

Y lo más importante es que nos obliga a repensar todo lo que ya sabíamos. Desde cómo medimos el rendimiento de una IA, de cómo regulamos su comportamiento, también el modo en como interactuamos con estas tecnologías y hasta la forma en que compartimos nuestras vidas con ellas.

Sí, Claude 4 fue impresionante y también un reflejo del estado actual de la inteligencia artificial, con sus promesas, sus peligros, y sus preguntas sin respuesta.

Considero que falta muy poco para que salgan modelos que ni las mismas empresas que lo crean, sepan porque funcionan de una manera y otra. Y todo se nos escapará de las manos en algún momento.